lunes, 7 de noviembre de 2016

Hay más vida en el planeta

Pues no todo fue monotema en el In-Edit del monotema (grandísimo bostezo). Aquí algunos ejemplos de música no punk:

Lee Morgan, trompetista de jazz que comenzó muy joven con Dizzy Gillespie y continuó con Art Blakey, y se enganchó a la heroína hasta tal punto que, cuando le conoció su mujer no tenía ni abrigo ni instrumento porque los había empeñado para matar el mono, aparte de que tenía la reputación de no aparecer en los conciertos. Ella, una viuda con dos hijos que se estableció en Nueva York, se dedicó a ir a los clubs de jazz y les invitaba a comer a su casa a los músicos, le sacó a Morgan de la heroína, le cuidó, le consiguió bolos, y en esto que ella se entera de que él le está dando a la cocaína y tiene una relación con otra mujer, y un día va a un club donde él toca, le encuentra con la otra, y tienen una disputa que culmina con ella matándole de un tiro; tenía 33 años. La película con la historia de Morgan y su mujer es la que gana el In-Edit de este año en el apartado internacional (en el nacional, ganó la película sobre el punk madrileño). Me sirvió para recordar la maravillosa música de él.





David Helfgott, pianista de música clásica en cuya vida se basa la película "Shine". El típico tema del genio loco, pero en este caso es una locura alegre: Helfgott es simpático, saluda a todo el que ve (de ahí el título del documental), y disfruta como un niño pequeño de la música, con una pasión que contagia a toda la orquesta sinfónica de Stuttgart, con la que actúa (Rachmaninov sin partitura: canturrea según toca). Y también tiene una mujer que le cuida pero a la que no se le cruzan los cables: tiene mucha paciencia con él, o más bien es amor ("hace que mi corazón cante", dice).





Yo-Yo Ma, violoncelista estadounidense de origen chino, con su proyecto The Silk Road Ensemble: en 2000 junta a gente inicialmente de países de la Ruta de la Seda que toca instrumentos típicos de sus países, y el proyecto continúa a pesar del impacto del 11-S. Sorpresa: ahí anda la gaitera Cristina Pato. Son músicos afectados por los cambios en sus países (la revolución cultural china, los ayatolás en Irán, la guerra en Siria), la emigración y el desarraigo, la incomprensión ante una propuesta musical no purista. El documental no es tan cursi como lo pinta el trailer.





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