domingo, 2 de noviembre de 2014

El tute anual 2014 (3)

Mientras la ciudad se nos pone de un jalogüín subido, los documentales musicales se nos ponen de un estupendo igualmente subido. El viernes cayeron tres. El primero, el español que toca este año, es muy internacional (cosa inusual en documentales españoles), con gente de varias nacionalidades que habla en varios idiomas, y trata de algo de lo que yo no tenía ni idea pero que ya viene de lejos, la música (y vídeo de animación) que se hace con videojuegos y otros dispositivos viejos de 8 bits del tipo Game Boy, Atari y Commodore. La película muestra mayormente la escena europea actual; de ahí su título, "Europe in 8 Bits". Es una escena preciosa, donde conviven la filosofía punk de haga usted mismo lo que le dé la real gana, el empeño de desafiar las limitaciones de los 8 bits, y el acto político de cuestionar a través del rescate y reciclaje de aparatos la idea de que lo nuevo es mejor y, por ende, hay que consumir lo nuevo y tirar lo viejo aunque aún sirva. Me he encontrado con una cara conocida: Fela Borbone, el fabricante de guitarras de los Borbones, que sigue haciendo gala de un sentido del humor asombroso y construyendo instrumentos electrónicos con microchips y aparatos viejos que se sostienen en palos de escoba, todo ello recuperado de la basura. El director del documental tenía que ser de Valencia, como los Borbones y la "música máquina" vieja.



La película empieza con un ejemplo de música y vídeo hechos con aparatos de 8 bits.



El segundo documental es el que inauguró el In-Edit de este año, probablemente el mejor de los que he visto hasta ahora, que entra, como muchos de mis documentales favoritos en la historia del In-Edit, en la categoría "películas sobre personas". La película transcurre en el día del último concierto de la gira británica de Pulp tras su reunión, que dieron en su ciudad, Sheffield, en diciembre de 2012. Ahí, Jarvis y compañía reflexionan sobre la vida, la fama, la edad, la presión de actuar ante un público al que conocen; Candida habla de la artritis que padece desde los 16 años y que se negaba a admitir. Mientras tanto, aparece la "common people" de Sheffield hablando de Pulp y de ellos mismos: el carnicero, el pescadero, el del kiosko, la bibliotecaria, la madre de Jarvis, tres niñas, un músico "escapado del manicomio" (sic), dos señoras mayores, un profesor universitario, una chica que va a aguagym y hace sus propias bragas de Pulp, las fans que se concentran en la puerta, entre las que hay una americana de Georgia que viaja expresamente a Sheffield a ver el concierto y vuelve el día siguiente a Georgia; un grupo de danza, un coro de mujeres cantando "Common People" y un grupo de gente "de cierta edad" en una especie de comedor cantando "Help the Aged".



Y, obviamente, momentos de la actuación de Pulp, y otras actuaciones anteriores, incluida otra en Sheffield que califican de desastrosa. Y la teatralidad que derrocha Jarvis. Todo ello mostrado con un inmenso cariño hacia los componentes de la banda y los habitantes de la ciudad que los parió.





El último documental del viernes es de una categoría con la que no me he encontrado en el In-Edit hasta la fecha: la de "películas sobre coleccionistas". El director de la película colecciona compulsivamente discos navideños: al principio de la película, se le ve en la tienda de discos Amoeba de Hollywood arramblando con CDs y, especialmente, vinilos. Explica que, a los cinco años, oyó por primera vez esta canción y pensó que Nat King Cole hablaba de él: era un niño sin padre, como el de la canción. El niño tenía la esperanza de que volviera el padre, pero nunca ocurrió...



...y, de adolescente, comenzó a ver la navidad como una farsa, pero no había canciones que reflejaran su sentimiento, hasta que encontró esta maravilla anticrismas featuring el mismísimo Miles Davis, ...



...que fue la que desencadenó su furia coleccionista de discos navideños, especialmente aquellos que no incluyeran temas como los que he cantado yo en mi coro de barbershop (que se mencionan específicamente en la película: "Jingle Bells", "Have Yourself a Merry Little Christmas"). Y así, hablando con otros coleccionistas de música navideña (y con John Waters, que reaparece en este In-Edit junto con Divine, esta vez como artífice de una recopilación navideña, y que le pispó al director el disco por el que más pagó, según contó en el coloquio), nos encontramos con una entretenidísima selección que incluye un Santa Claus negro y uno latino, un Santa Claus que llega en un misil nuclear, unas navidades en Vietnam, villancicos soul, villancicos hillbilly, villancicos hip-hop, uno pelín guarrindongo (o más bien, al oír aquello de "back door Santa", pienso mal), y temas navideños a cargo de Low y los Flaming Lips, entre otras joyas como la que viene a continuación. Todas las canciones, en disco físico, a poder ser, de vinilo: el director, como buen coleccionista, abomina de Internet y los mp3.





Hoy (ayer) hubo sólo película nocturna, que es lo que me permitió el ensayo del Mesías. Da la casualidad de que los protagonistas se llaman Lamb of God, a cuyo cantante, Randy Blythe, se le ve santiguarse antes de salir al escenario, pero cuya música digamos que no se parece exactamente al Mesías. Lamb of God sacan su sexto disco, que llega a número 2 en la lista de Billboard y consigue una nominación a los Grammys, pero es 2012 y de vender discos no se vive, así que se lían a hacer bolos por todo el mundo. La película se detiene en varios fans de la banda: un taxista metalero de Medellín que ha vivido los peores años del cártel de Medellín y se ha librado de ser asesinado como varios conocidos suyos; una chica india a la que miran mal porque se tatúa, no viste como debiera vestir una buena chica india, y le gusta el heavy metal. Y en esto, llegan a Praga y la policía detiene y encarcela a Randy porque dos años atrás, en un concierto de Lamb of God en dicha ciudad, un chico que se subió al escenario fue empujado, con tal mala suerte que se rompió la crisma contra el suelo y murió. Y mientras tanto, la película sigue en pleno rodaje, documentando el marrón que se tiene que comer Randy, que se declara inocente, y cómo lo vive él y la banda, y el juicio en Praga. En resumen: otra excelente película sobre personas, con intervención de famoso completamente superflua (aquí, Slash) y con nombre de canción. Aquí dicha canción.





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