viernes, 29 de agosto de 2014

Un verano monocanción

Este verano ha sido especialmente entretenido, es un decir: seguro que me olvido de algo, pero nos ha traido la barbarie yihadista, el enésimo capítulo del conflicto árabe-israelí, el ébola, el suma y sigue de Ucrania, el veto ruso a los productos europeos, lo del chico de Ferguson, Jordi Pujol y familia, el pederasta de Ciudad Lineal, Mariano y Angie-I-Still-Love-You en el camino de Santiago, María Teresa y Bigote en las portadas de la prensa rosa.

Mireia Belmonte y las deportistas (chicas) campeonas de Europa, como cantaban las de waterpolo con la melodía (el riff, de hecho) de una cuyo autor seguro que no contaba con que se convertiría en un himno futbolero y deportivo.



Necrológicas: Lauren Bacall, Robin Williams (Robin, no Robbie: se han confundido unos cuantos, entre ellos, se dice, Mariano.)



En lo que respecta a música, aparte de quedarnos sin Ramones originales (y con una película ramoniana de Scorsese en proyecto, cielos)...



...y de que Peret está de parranda, tomando cañas...



...este ha sido un verano sin más canción del verano que esa cosa de "yo quiero estar contigo, vivir contigo, fol... esto... bailar contigo..." Coincide que este es el primer verano sin MTV en el TDT, pero da igual: acaban de pasar los premios de la MTV y resulta que el "vídeo del año" es del año pasado.



A falta de vídeos de la MTV, nos queda La Función Pública (Radio 3), particularmente el programa "180º" , con las novedades pop-rock y la sensación de déjà vu (déjà écouté, más bien) que dejan las canciones, por muy monas que puedan ser. Para colmo, el 180º acaba agosto con la escucha íntegra del muy ramoniano y muy superventas Dookie, it was 20 years ago today.



O sea, sin novedad en el frente: antiguos pero modernos, business as usual.



Por lo demás, en Burgos, tanto el Tablero como el Vagón parecían que estaban de crisis: lo más exótico del Tablero era la cantante de los madrileños Freedonia...



...y en el Vagón todo el cartel era de Burgos. No faltó el blus, con los veteranos del blus de Burgos. Esto es del año pasado pero lo de este año fue lo mismo.



O sea, que musicalmente, el verano no fue tan entretenido. Pero sí hubo momentazo: Lauryn Hill en el Rototom. (Rapael haciendo de Rapael en el Sonorama con el público del Sonorama coreando su nombre y Radio 3 llamándole de "puto amo" para arriba parece un signo de la estandarización de algo, el indie, que nunca debiera hacerse estándar, que por algo lo llaman indie.)

Aquí Lauryn en el Rototom. Viendo su concierto se me ocurre a) que la banda no está a su altura (faltan vientos, sobra ramalazo rock progresivo), b) que Lauryn Hill es la Nina Simone del siglo XXI, c) que Lauryn Hill tiene todo el sentido del mundo en el Rototom, y no precisamente porque sea madre de cinco nietos de Bob Marley, d) que se ha pasado con tantas versiones del abuelo de sus cinco hijos mayores, y que e) a pesar de todo (divismo, retraso, piel de cebra, rock progresivo), Lauryn sigue siendo una artista fantástica.



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