sábado, 9 de febrero de 2013

Tangentopoli cañí

Suma y sigue. "The Economist", publicación que no se destaca precisamente por su ideología radical de ultraizquierdas, escribe un artículo sobre la corrupción en España. El artículo empieza así:
A CHORIZO is a spicy Spanish sausage, best accompanied by a glass of Rioja, though often sliced and served in a doughy bocadillo, or sandwich. Chorizo is also slang for a swindler or cheat. At protests against Mariano Rajoy’s government demonstrators have taken to waving loaves aloft and shouting: “There isn’t enough bread for so many chorizos!”
Y a base de chorizos se está potenciando la famosa "marca España" internacionalmente. Muy bonito.



Esa era la de cal. La de arena es que el juez ha embargado la "chabolita" de los Urdangarin de Borbón en Pedralbes.



Bueno, no la chabolita, sino "media" chabolita: la parte de él. Ella no tiene parte en el embrollo... y nosotros nos lo creemos.

El día que la justicia tenga el poder de imputar a cualquiera, ya sea el vecino, la infanta, el rey o el papa, será histórico. Y que conste que no me parece que la república sea la panacea (pregúntenselo a los italianos, o a los argentinos, o a los mexicanos...). Especialmente con tanto choricismo reinante.

Mientras tanto, más de un millón de personas pide la dimisión de la cúpula del PP por estar envueltos en tramas de corrupción. Pero, dice Mariano, todo es falso menos alguna cosa...

País.



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