viernes, 5 de noviembre de 2010

Tres más

Sigo con la crónica del In-Edit que he visto:

"When You're Strange: A Film About The Doors". Tom DiCillo dirige, Johnny Depp lee, hay imágenes supuestamente "raras" de Jim Morrison y/o los Doors (por ejemplo, la rarísima película que hizo el Rey Lagarto, "HWY", que de tan rara que es está en YouTube), y nos cuenta lo sabido y archisabido sin ahondar siquiera en la figura de Morrison (ya estamos acostumbrados a ver a los otros tres Doors de florero) ni aportar nada más que las imágenes supuestamente "raras" de Morrison y/o los Doors que están en YouTube. Qué desperdicio de metraje.

Y llegan las españolas de esta temporada:

"Venid a las cloacas: La Banda Trapera del Río". Presentaba la peli el Morfi (justo me iba a sentar en la butaca del Morfi; el Morfi nos puso de pie a todo el cine, el Aribau Club grande lleno hasta la bandera, ante la batería de Juan "Raf" Pulido y la guitarra del tío Modes, que en gloria estén), así como el director de la peli, y Jaime "Ruta 66" Gonzalo. Éste nos anima a ver en la película, no ya la música, sino las personas. Lo que veo de las personas son unos chavales de barrio periférico aburridos de la escena musical local que hacen una banda de rocanrol para provocar, banda que se rompe debido a la conjunción drogas-egos. Vale. Podrían ser cualquiera. Mal. Suerte de la vis cómica de Juan Pulido y del fluir de la narrativa del Morfi: salvan la película. Por otra parte, esta es la confirmación de que Diego Manrique es el Bono U2 español: aparece en miles de documentales musicales españoles.

Iba a comentar que el documental de la Trapera tenía la factura típica de los documentales españoles cuando hoy voy a ver el otro documental español de mi lista: "Tom Zé, astronauta libertado". En el documental, Tom Zé, músico rarito y experimental con raíces en la música popular nordestina brasileña, asociado a la tropicália, 71 años entonces (2008) y saltando y brincando disfrazado en el escenario como un niño chico (será el tai chi; no para quieto), habla de su historia como músico y reflexiona sobre la música, todo con mucho humor (por ejemplo, él aspira a hacer música para oír mientras se lava los platos), con la excusa de su viaje a Asturias para impartir un taller de música en la Laboral de Gijón. La película se hace un poco larga con las intervenciones de otros diciendo que Tom Zé es la hostia, pero las intervenciones de Tom Zé son impagables, y la película logra lo que otras películas de corte similar proyectadas en anteriores In-Edits (como las de Bill Withers o Caetano Veloso): que el espectador se enamore del personaje.



Uno de los consejos que da a sus alumnos asturianos es que, si bien no se puede tirar un bebé feo a la basura, tiren la composición musical que no gusta a la basura, que eso sí se puede hacer. De hecho, él tiró a la basura un tema que recuperó el productor de los tropicalistas, que en un principio se llamaba "Astronauta libertado" y que se convirtió en "2001" a cargo de los Mutantes (ya puse el vídeo en un post). Al final, Tom Zé la incorpora a su repertorio.



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